El corazón de un enamorado

No sé si me engaño o esto es una verdad,
pero me parece que también se encuentra la felicidad
llenando deberes de tanta importancia;
el corazón de un enamorado sabe hallar el placer en los sacrificios
que hace a la persona que ama...

No prometo nada

No te prometo una vida entera de felicidad,
pues qué aburrido sería estar siempre feliz cual robots,
programados solo para reír y sonreír.

No te prometo una vida perfecta,
pues no soy perfecto, estoy lleno de errores aunque no lo quiera admitir,
pues soy solamente un hombre con los defectos de la humanidad sobre mis hombros.

No te prometo una vida fácil,
pues esta vida es traicionera y los problemas van y vienen,
y las dificultades nunca faltarán.

Lo que sí te prometo, es una vida de amor.
Y no un amor de esos momentáneos,
ni un amor de secundaria,
ni mucho menos con un amor de cuento de hadas o de telenovela.

No.

Yo te prometo amarte con amor del bueno.
Amarte con amor verdadero.
Prometo amarte con tus defectos, con tus cambios de humor.
Prometo amarte en tus días insoportables y en tus días de lindura.
Prometo amarte cuando estés enferma y no estés bella.
Prometo amarte en silencio, como dos amantes cuyo amor es prohibido.
Prometo amarte con toda mi alma aunque no quiera.
Prometo amarte aunque no lo quieras.
Porque amarte, mujer mía, lo llevo tallado en las paredes de mi corazón...