Fue hace trescientos sesenta y cinco días.
Lo recuerdo bien.
Estábamos en los andenes de aquél tren.
Los trenes en su monótona marcha.
La gente en su triste andar.
Los guardias en su ardua labor.
Los vendedores en su alborotada tarea.
Fue hace cincuenta y dos semanas.
Lo recuerdo bien.
Estábamos tú y yo bajo el atardecer de ese despejado día.
Abrazados, mirándonos, sabiendo que lo que venía era inminente.
Teníamos problemas encima de nuestras cabezas, soportados por nuestros cansados hombros.
Teníamos miedo, duda y confusión por lo que nos depararía el destino y marcaría nuestro futuro.
Aún así dábamos todo el uno por el otro. Y nos amábamos. Al menos, yo a ti sí...
Fue hace doce meses.
Lo recuerdo bien.
Me pediste tiempo para vivir tu vida.
Me pediste tiempo para aclarar tus sentimientos.
Me pediste tiempo para salir con otros tipos.
Me pediste tiempo para amar a otras personas.
Me pediste tiempo para olvidarme...
Fue hace cuatro estaciones.
Lo recuerdo bien.
Me pediste muchas cosas, pero la verdad, me pediste lo imposible:
Me pediste dejar de amarte y hacer como si nada.
Me pediste ignorar a mi corazón y mi mente y fingir que lo nuestro nunca pasó.
Me pediste aceptar que el amor que te ofrecía, no era correspondido.
¿Quieres saber qué fue lo peor de todo?
Fue hace un año.
Lo recuerdo bien.
Fue hace apenas un año, que yo acepté...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario