lunes, 25 de mayo de 2015

Eres mi prometida

Lamentablemente (para ti) tú eres mi prometida.
El ser mi prometida implica una promesa.
Y es que eso es lo que nos une:
Una promesa.
Una promesa hecha de corazón a corazón.
Una promesa que hizo mi amor con el tuyo, de fusionarse y ser uno solo.
Es una promesa que ya se realizó.
Y como todas las promesas implican, esta promesa implica una deuda.
Una deuda que hay que cumplir.
Una deuda que hay que pagar.
Una deuda de las más caras:
Es una deuda de amor.
Y lamentablemente (para ti) serás mi prometida.
Serás mi prometida hasta que me regreses el anillo.
O serás mi prometida hasta que nos casemos.
Lo que ocurra después...

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